Entre más pasan los años, más me doy cuenta de que aún después de graduarse de la universidad, uno nunca deja de ser estudiantes. Por siempre estamos creciendo y aprendiendo de la escuela llamada Vida. Aún queda muchas lecciones por aprender que sólo podemos aprender por medio de otras personas o por nuestras experiencias que almenos que nosotros pasemos la lección, nos encontramos repitiendo la clase una y otra vez hasta que lo pasemos.
¿Cúantos de ustedes no han pasado por el mismo dolor una y otra vez? Yo sí y para ciertas cosas, aún me encuentro pasando por el mismo dolor. ¿Se ha preguntado por qué usted está atravesando por lo mismo una y otra vez sólo con personas diferentes? Cuando usted se encuentre en situaciones como esta, pregúntese, ¿cúal es la lección detras de lo que está pasando? ¿Hay algo que usted deba de aprender que usted no está prestando atención? ¿De que manera usted puede crecer y ser mejor persona gracias a esta experiencia? Si una persona le causó (o lo que usted percibe que esta persona le causó) algo que le provocó mucha emoción en usted, entonces la lección es de mucha importancia y profunda. Es aun más esencial para usted el saber cúal es la lección para que usted pueda seguir con su vida y ser una mejor versión de usted mismo.
Soy creyente de que si usted lo permite, cada persona y experiencia lo puede moldear y hacer de usted una mejor versión como usted fue creado para ser. Ninguna experiencia tiene que derribarlo hasta tal punto de no poder levantarse. Al contrario, las experiencias que provocan en usted las emociones más intensas son las que pueden hacer que su vida dé un giro hacia una mejor dirección.
Sin ninguna duda, el mundo es una escuela en donde cada persona que usted conoce y sus experiencias son sus maestros. Para su bienestar en general, es mejor que usted se abra al aprendizaje y que esté dispuesto a ser una mejor versión de usted mismo.
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