Muchas veces nosotros primero atendemos el trabajo, la casa, en fin, a todos los demás menos a uno mismo. Es bueno ser responsable y cuidar y atender a todo los demás mas sin embargo, almenos que usted cuide de usted mismo, almenos que usted primero se atienda, usted no va a poder cuidar de los demás. No estoy diciendo que tiene que ser tan egoísta y pensar sólo en sí mismo pero si usted primero no se cuida, no va a poder cuidar a los demás.
Yo, de lo contrario, pienso que no es justo para los demás si usted no cuida de sí mismo porque significa que otro tiene que cuidar de usted y le añade más preocupación a sus seres queridos. La salud y el bienestar de los demás también depende de el cuidado que usted se dé a sí mismo. Un ejemplo perfecto de esto es cuando un familiar o ser querido de uno no está bien. Uno se preocupa, se desvela por ellos.
El cuidado hacia uno mismo es un acto de amor hacia nuestro cuerpo, nuestra alma, en fin, a uno mismo. Esto ayuda a uno poder dar más a los demás ya que cuando uno está lleno y pleno, uno tiene de sobra para dar.
Quisiera aclarar que el cuidar de sí mismo no significa de que va a olvidar sus responsabilidades ni dejar de cuidar de sus seres queridos ni que usted no le importe los demás. Se trata de tomar conciencia de sus necesidades y tener límites saludables que no compremetan su bienestar. Es saber conocerse a si mismo y saber lo que le hace sentir bien y lo que no le hace sentir bien. Es saber valorar su cuerpo y su alma y tomar decisiones que contribuyen a su bienestar.
El cuidar de sí mismo no es ser egoista, es un acto de amor propio. Ahora le pregunto a usted, ¿qué está haciendo en este momento para cuidar de usted mismo?