Nosotros hablamos demasiado durante el día. Más de lo que nosotros nos podemos imaginar. Muchas veces no nos damos cuenta de lo que hablamos y del impacto que tienen nuestras palabras en nuestras vidas. Tomamos muy a la ligera las palabras y frases que usamos, los díalogos que tenemos con los demás y con uno mismo que ni siquiera nos paramos a preguntar cómo todo lo que dijimos nos impacta emocional, mental y físicamente. ¿No ha notado alguna vez cómo usted se sintió después de tener una plática con una persona que todo lo que habla son cosas negativas? Se sintió, muy probablemente, como si esa persona jaló todo su energía. Ese es el poder que tienen sus palabras.
Sus palabras tienen el poder de crear y de transformar su vida. Sus palabras tienen el poder de destruir una relación o un contrato de negocio que pueda tener. Al igual que esto, sus palabras tienen el poder de sanar su alma, una relación, de hacer que un cliente quiera tener negocios con usted, etc. Sus palabras también tienen el poder de crear en su vida positivismo, salud, felicidad y más amor.
En vista de todo lo que nuestras palabras pueden hacer por uno, mi consejo es de aumentar todos los días un vocabulário de positivismo. En vez de decir “Que día tan feo”, diga “Aunque el día no sea agradable afuera, el día de hoy va a ser un día lindo”. En vez de criticar a alguien de manera negativa, vea el lado positivo de la persona. En vez de hablar de enfermedades y dolores, hable sobre la abundancia. Todos los días, haga el esfuerzo de hablar cosas bonitas y vedrá cómo se transformará su vida. Son las cosas pequeñas que conlleva a vivir una vida al máximo.
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